Articulo: '¿Esperpento o vodevil?'
‘¿Esperpento o vodevil ?’
Vivimos en un país que, al decir de los expertos, es el segundo de este mundo Tierra en número de leyes en vigor, cuasi record que no garantiza la honradez de los políticos en el ejercicio de gobierno, a cualquier nivel.
Mejor sería tener menos leyes, pero pensadas para que sean una herramienta de la Justicia y no la justicia en si mismas, ya está bien de leyes que se aprueban a troche y moche porque a cualquier “lobby” o grupo de presión le interesa, garantizándole así la “legalidad” de sus actuaciones, encaminadas a la obtención de lucros abusivos.
Esta falta de leyes coherentes la hemos vivido estas últimas semanas con el llamado “juicio de los trajes”, que con perdón de los Magistrados, ha sido un esperpento, me pregunto ¿Por qué esta peripatética representación? es que no se podía acusar al barato Sr. Camps de otra cosa, más que de aceptar unos trajes como un detalle “amistoso” de un impresentable grupo de mafiosos, eso como mucho da para calificarlo de cutre y hortera.
Seguramente fue porque no existe ninguna ley que sancione los resultados de la gestión de un equipo de gobierno durante los periodos legislativos en que haya ejercido como tal.
Especialmente si se ha recibido una autonomía con una salud económica envidiable, con un desarrollo industrial y agrícola en la “pole position” de la economía española y con un paro reducido, incluso la provincia de Castellón gozaba de la tasa de paro más baja de España y de buena parte de Europa; 16 años más tarde nos encontramos con una región, la nuestra, económica, social y laboralmente más cerca de los países deprimidos del norte de Africa, producto de una acumulación de despropósitos, prepotencia, estupidez manifiesta e ignorancia suprema, sin olvidar el manirroto y pretencioso uso de los fondos públicos con su buena parte de corrupción.
Los organismos con capacidad y legitimidad para analizar esos resultados, existen, pero, sin leyes adecuadas de nada sirven.
Sin embargo nuestro Código Mercantil si que tiene leyes que sancionan y condenan, si ha lugar, a los administradores de empresas que con su actuación las llevan a la quiebra. Estableciendo penas, incluso de cárcel, según se considere culpable o fraudulenta la quiebra resultante.
Pero en esta España que pisamos, y en particular en esta querida tierra valenciana , al administrador (President) durante la mayor parte de esos 16 años, no se le considera responsable del desastre que ha dejado tras de si, y encima se le premia con el tratamiento de “Molt Honorable”, jamás esa noble expresión estuvo tan devaluada.
Esta es la verdadera causa que debiera haberse llevado a los Tribunales, de existir las leyes adecuadas, por eso se ha tenido que recurrir a la denuncia del cohecho impropio, por cierto, a juego con la cutrez de los políticos que han estado al frente del Consell durante los últimos años.
Demasiadas leyes y poca garantía de justicia para el paisanaje.
Enrique Climent Laguarda.
Abusos Urbanísticos ¡NO!
Febrero 2012
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